Los niveles de contaminación y de emisiones de CO2 resultan cada vez más alarmantes. Las instituciones públicas, y cada vez más empresas privadas, están más concienciadas y se comprometen a realizar cambios consistentes en su día a día. Uno de los retos más importantes de la transición energética es moderar el consumo que se produce en los edificios. Este último es uno de los objetivos de los smart buildings.
Estos últimos años se caracterizan por un cambio de paradigma causado por la mayor concienciación con el impacto ambiental en todo lo que hace el ser humano en el planeta. Los edificios inteligentes, o smart buildings, reflejan esa preocupación por tener un entorno más limpio y respetuoso con el ambiente.
Smart buildings: intención ecológica y ahorro energético
Un edificio inteligente incorpora sistemas de gestión automatizada con el fin de reducir el consumo de energía, aumentar su eficiencia e incrementar la comodidad y la seguridad.
En otras palabras, en la instalación la iluminación, la climatización o la seguridad, entre otros tantos factores, se encuentran integradas dentro de un sistema de control e información automatizado. Cuando esto se cumple, podemos hablar de una edificación inteligente.
Este tipo de infraestructuras solían encontrarse más comúnmente en centros de trabajo o edificios de oficinas. No obstante, los cambios en la legislación desde hace unos años ha favorecido que todas las construcciones incorporen cada vez más estos sistemas.
Características de los smart buildings
- Cuentan con sistemas propios de generación de energía renovable. Además, incorporan sistemas de consumo responsable para controlar el gasto y el uso de agua y energía.
- Disponen de sistemas de control centralizado de la instalación, ya sea para la climatización, seguridad, etc.
- Añaden seguridad, porque todos los sistemas están controlados. Por ejemplo, los accesos de usuarios hasta los sistemas de ventilación o de control de incendios. Los smart buildings suelen contar con la última tecnología en asuntos de seguridad.
- Son instalaciones escalables, ya que son capaces de incorporar nuevas tecnologías a medida que surgen.
- Son accesibles para todas aquellas personas con capacidades disminuidas.
Tecnologías que se utilizan
Los edificios inteligentes usan diversas tecnologías para mejorar la comodidad de sus usuarios, así como el rendimiento y su sostenibilidad. Entre las principales tenemos el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés, “Internet of Things”), el análisis predictivo, la iluminación inteligente, los sistemas inteligentes de gestión y los sistemas eléctricos inteligentes.
El IoT se refiere a todos los dispositivos capaces de conectarse a internet y transferir datos a través de la red. El análisis predictivo permite tener una idea realmente precisa de cómo será la evolución en el tiempo de los diferentes dispositivos.
La climatización o iluminación inteligente es aquella que reacciona a los cambios en el entorno y adapta su funcionamiento automáticamente. También suelen incorporar mecanismos para su control telemático, ya sea a través de apps o plataformas especializadas.
Por su parte, los sistemas inteligentes de gestión son los que hacen posible que todo funcione, gestionan todos los sistemas y procesan los datos para llegar a la optimización de todos los niveles en el edificio.
El sistema eléctrico inteligente se encarga de distribuir y monitorizar el consumo energético a tiempo real.
Todo esto influye en la reducción de la huella de carbono del edificio pues todos sus sistemas están enfocados a optimizar el consumo energético. Como resultado obtenemos edificios más confortables y, a la vez, más respetuosos con el medioambiente.