Ante un mercado energético tan inestable y con tendencia al alza, es imprescindible buscar formas de mejorar la eficiencia energética para evitar disparar el coste energético de las instalaciones.
1. Desconectar los aparatos que no se utilizan
En primer lugar, se recomienda desenchufar todos los aparatos que no se usan cuando se termina la jornada laboral. Asimismo, si hay equipos que se utilizan puntualmente, solo deben encenderse cuando se vaya a hacer uso de ellos.
2. Iluminación LED y sensores de encendido
Por otro lado, sustituir la iluminación existente por otras de tipo LED, o por otras que sean más eficientes también es una buena opción para ahorrar energía y mejorar el confort. Las bombillas de bajo consumo y la iluminación LED ofrecen muchos beneficios y son una inversión asequible y fácil de implementar.
Otra buena opción para optimizar el uso de iluminación artificial es el uso de sensores de movimiento para activar luces en zonas de paso, y temporizadores de encendido para evitar que se queden encendidas cuando no hay nadie.
3. Aprovechar la luz solar
Esta medida parece evidente, sin embargo, frecuentemente se apagan y encienden luces sin necesidad alguna, a pesar de contar con luz natural. Por lo tanto, hay que aprovechar la luz solar todo lo posible, e incluso buscar la forma de optimizar los espacios con recursos que permitan disfrutar del sol la mayor parte del día.
4. Sistemas de climatización eficientes
Se estima que los sistemas de climatización suponen entre el 40% y 50% del coste energético de una instalación. Por esta razón, cualquier medida que se tome para mejorar estos equipos tiene una gran incidencia en los costes de funcionamiento de cualquier edificio, empezando por elegir equipos con la mayor eficiencia energética posible.
5. Acondicionamiento térmico
El confort térmico es uno de los objetivos de la mayoría de las edificaciones, pues resulta indispensable para que los usuarios tengan una buena experiencia. Buscar una solución para evitar las fugas y mejorar el aislamiento térmico de las estancias ayuda a reducir el coste de climatización de las mismas.
6. Instalación de paneles solares fotovoltaicos
En los últimos tiempos, la instalación de placas solares fotovoltaicas se ha convertido en una de las medidas más demandadas por su eficiencia y capacidad de reducir costes energéticos en instalaciones. El uso de energía renovable y limpia no solo contribuye a reducir la factura energética, sino que además es un acierto para reducir la emisión de gases contaminantes y cuidar del medioambiente.
7. Contratar una tarifa fija de electricidad
La posibilidad de contratar una tarifa fija de electricidad para evitar sobresaltos de última hora es muy conveniente. Hay comercializadoras que cuentan con planes específicos para empresas y ofrecen importantes descuentos y beneficios en las tarifas de la luz.
8. Mantenimiento preventivo de las instalaciones
Por último, no podemos dejar atrás la importancia de realizar revisiones periódicas y efectuar un correcto mantenimiento en las instalaciones y diferentes equipos. La finalidad es garantizar su buen funcionamiento y brindar mayor seguridad en el entorno laboral. Gracias a estas acciones es posible reducir el consumo energético de los activos y evitar sobrecostes en la reparación de los equipos.