Reducir costes, incrementar la eficiencia y elevar significativamente la productividad en las empresas resulta indispensable. Por esta razón, encontrar formas de ahorrar energía en las oficinas es una solución que trae importantes beneficios.
Los edificios de oficinas poseen un amplio potencial de ahorro que debe aprovecharse para reducir su consumo de energía y alcanzar mayor eficiencia. Se trata de lugares donde las luces permanecen encendidas, se utilizan equipo de climatización y los equipos electrónicos no paran de funcionar.
Y lo más importante es que aprovechar ese potencial no tiene que ser costoso ni complicado.
Puede lograrse
Tomar las medidas adecuadas para ahorrar energía en los edificios de oficina mediante políticas definidas y la utilización de tecnologías eficientes puede suponer un paso adelante en las emisiones de CO2 que ocasionan el cambio climático.
Se trata de un notable nivel de ahorro que puede lograrse en las zonas de trabajo sin necesidad de realizar grandes inversiones e incorporando buenos hábitos diarios.
Un edificio de oficinas puede alcanzar la eficiencia energética sin sacrificar la comodidad de los trabajadores ni su normal funcionamiento. Lograrlo es más sencillo de lo que parece si se atienden factores específicos como la climatización, la iluminación y los equipos, entre otros.
Pautas para ahorrar energía en oficinas
La climatización
Es una realidad que el gasto en el área de climatización en los edificios de oficinas es elevado, pudiendo llegar incluso hasta un 50%. Para reducir el coste destinado a este fin, una de las vías más sencillas es regular la temperatura mediante la utilización de termostatos en espacios comunes.
Con el mismo objetivo, también se debe vigilar la pérdida de calor en los espacios. Para reducirla es importante colocar sistemas de doble cristal o doble ventana, mientras que es recomendable apagar los equipos cuando todos se hayan marchado de la oficina.
La iluminación
Ahorrar energía en las oficinas introduciendo cambios en la iluminación no tiene que significar una incomodidad para los trabajadores, más bien todo lo contrario. De hecho, buscar la manera de iluminar mejor los lugares de trabajo hará que los empleados tengan un mejor rendimiento, sin gastos adicionales.
Desde luego, una de las primeras medidas a implementar es bien conocida: utilizar bombillas de bajo de consumo de tecnología LED. Sin embargo, también es aconsejable despejar ciertas áreas con ventanas para aprovechar de una buena manera la luz natural.
Otra medida que por ser tan obvia a veces se olvida es apagar todas las luces de la oficina cuando no se estén utilizando. Para evitar despistes en este sentido es aconsejable instalar temporizadores o sistemas de detección de movimiento para asegurar que se utilizan tan solo cuando es necesario.
Los equipos
Es importante apagar los equipos de la oficina en períodos prolongados en los que no van a utilizarse.
También se debe vigilar el gasto invisible, como el de los equipos en stand by, porque de este modo continúan consumiendo un 15% de la energía que absorben normalmente.
La movilidad
Pero los trabajadores tienen mucho más que aportar por su parte en lo referente a encontrar formas de ahorrar energía en la oficina, y una de ellas se relaciona directamente con la movilidad.
Utilizar el transporte público, compartir coche y tener en cuenta alternativas como los vehículos eléctricos son formas de ahorrar energía, esto sin olvidar las que implican “cero emisiones al medio ambiente”, como caminar o andar en bicicleta.
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