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MANTENIMIENTO INTEGRAL Y FACILITY MANAGEMENT

El mantenimiento de instalaciones es un pilar fundamental para asegurar el óptimo rendimiento de los equipos y sistemas en entornos industriales. Va más allá de la simple resolución de problemas, ya que implica una continua optimización de estos sistemas para mejorar su eficiencia energética, una necesidad imperativa en un mundo donde la sostenibilidad y la reducción del consumo energético son primordiales.

Contar con un servicio de mantenimiento técnico de instalaciones no solo enriquece las operaciones del negocio, sino que también optimiza su proceso productivo. Este servicio garantiza el cumplimiento actualizado de las normativas legales, vital para obtener certificaciones relevantes. Además, contribuye a minimizar las averías, lo que evita interrupciones en la producción y reduce el gasto. Asimismo, alarga la vida útil de los activos, disminuyendo así la necesidad de realizar grandes inversiones en maquinaria. Por último, un mantenimiento adecuado eleva el nivel de confort de las instalaciones, brindando una experiencia satisfactoria a quienes las utilizan.

¿Qué tipos de mantenimiento de instalaciones existen?

Dentro del concepto de mantenimiento de instalaciones, existen cuatro tipos de escenarios donde aplicar estos servicios. Cada uno de ellos adaptado a una situación o proceso concretos para permitir aportar soluciones a las instalaciones en el caso de cualquier tipo de avería, fallo o problema que ponga en riesgo el funcionamiento natural de una instalación.

1.      Mantenimiento Correctivo

El mantenimiento correctivo consiste en brindar respuesta a las averías o mal funcionamiento de los equipos de la instalación. La rapidez de respuesta es crucial para minimizar los tiempos de inactividad. Externalizar estos servicios permite optimizar costes y garantizar una respuesta rápida y de alta calidad. Los tiempos de respuesta deben ser mínimos para resolver cualquier fallo o avería de manera eficiente.

2.      Mantenimiento Preventivo

Los planes de mantenimiento preventivo consisten en revisiones periódicas programadas para anticiparse a problemas potenciales en los activos de la instalación. Estas revisiones garantizan que los equipos funcionen de manera eficiente, reduciendo el consumo energético y evitando averías costosas. Además, permiten una planificación confiable de las paradas de producción, lo que mejora la productividad y minimiza los tiempos de inactividad.

3.      Mantenimiento Predictivo

El mantenimiento predictivo implica el monitoreo continuo del funcionamiento de los activos para anticiparse a posibles averías. Al detectar anomalías a tiempo real, se pueden aplicar acciones correctivas para evitar fallos graves y maximizar la disponibilidad de la instalación. Este enfoque garantiza que los equipos funcionen siempre en óptimas condiciones, reduciendo los costes operativos y prolongando su vida útil.

4.      Mantenimiento Normativo

El mantenimiento normativo asegura el cumplimiento de las obligaciones legales en cuanto a revisiones y acciones requeridas por la ley para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento de la instalación. Es esencial cumplir con la normativa aplicable para evitar multas o sanciones. Además, las revisiones establecidas por la ley permiten identificar riesgos y fallos en el funcionamiento de la instalación, garantizando así la seguridad de los usuarios.

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