Toda instalación requiere un mantenimiento frecuente que garantice su buen estado y funcionamiento además de extender su vida útil.
Esas son las razones principales por la que se debería hacer un mantenimiento de edificios con una periodicidad específica. De no ser así, es tan solo cuestión de tiempo que se convierta en una gran fuente de gastos.
¿Por qué hacer el mantenimiento preventivo a un edificio?
El paso del tiempo hace que ciertas estructuras y activos comiencen a deteriorarse, especialmente dependiendo de la actividad que desarrollen. Por ello es tan importante el mantenimiento de edificios, ya sean éstos de índole comercial o residencial.
Además, el cumplimiento de un calendario de estas actividades proporciona mayor seguridad a quienes interactúan con la instalación. Así se evitan los riesgos producidos por el deterioro y se logran espacios más seguros en los que el usuario se encuentre cómodo.
Otro motivo importante por el que realizar un mantenimiento preventivo de un edificio es minimizar los riesgos de averías. Los costes derivados de incidencias pueden alcanzar un gasto extra bastante alto.
Junto a ello, cumplir con ese cronograma de mantenimiento representa un ahorro en cuanto al tiempo se refiere, teniendo en cuenta que son actividades que realizan expertos en el tema, por lo que es muy eficiente.
¿Qué beneficios proporciona el mantenimiento de un edificio?
Mayor funcionalidad
La funcionalidad de un edificio depende, en gran medida, del buen estado de todas sus estructuras y maquinarias. Precisamente por ello, resulta beneficioso realizar un mantenimiento de edificios de forma periódica y adecuada.
En manos de expertos
Además, es un trabajo que llevan a cabo personas capacitadas en ese ámbito, ellos tienen los conocimientos que les permitirán detectar posibles averías en el proceso a priori imperceptibles. Esto representa un significativo ahorro de dinero y tiempo a corto plazo.
Incremento del valor
Cuando se hace el mantenimiento de edificios la estructura mantiene o aumenta su valor económico y su visibilidad dentro del mercado aumenta.
Aumento de la seguridad
También aumenta la seguridad de todas las personas que viven o trabajan en el edificio. Las diferentes acciones que se ejecutan reducen los riesgos propios del deterioro estructural del lugar.
Tipos de mantenimiento de edificios
El mantenimiento que se lleva a cabo en edificios residenciales o comerciales suelen ir más allá de las reparaciones de averías. Es por eso que se pueden encontrar hasta tres tipos de mantenimiento:
Mantenimiento predictivo
Se trata de la aplicación de técnicas destinadas a la detección de futuros fallos de la maquinaria de una empresa.
Mantenimiento correctivo
Son los métodos y técnicas que se aplican para corregir o subsanar alguna avería que se ha presentado en la instalación.
Mantenimiento preventivo
Son las acciones que previenen el surgimiento de averías, tanto en la estructura como en los activos de una instalación.
Todos estos tipos de mantenimiento deberían realizarse para garantizar el buen estado y funcionalidad de los edificios.