La calefacción y la climatización en el sector empresarial representan la mitad del consumo de energía del conjunto de la Unión Europea. Así lo muestra la Comisión Europea entre sus estudios y documentación.
En los hogares europeos, la calefacción y el agua caliente (ACS) ascienden al 79% del total de energía final consumida.
Los sistemas de frío representan un porcentaje ligeramente inferior sobre el total de la energía final aunque la demanda en hogares y empresas, como en el sector de la alimentación, están registrando un creciendo importante en los últimos años, sobre todo durante los meses de verano.
Algunos datos que recoge la Comisión
En la industria, la calefacción representa el 70,6% del consumo de energía, el 26,7% corresponde a la iluminación y la electricidad para hacer funcionar maquinaria, mientras que un 2,7% se utiliza para la climatización industrial.
El 84% de la fuente de energía para generar calefacción y climatización todavía proviene de combustibles fósiles y solo el 16% tiene origen en energías renovables.
Mejoras a aplicar para ganar eficiencia y reducir consumos
Con el objetivo de cumplir con los Objetivos de Clima y Energía de la UE, estos porcentajes sobre el origen energético deben invertirse y conseguir así que la fuente de recursos energéticos para calefacción y aire acondicionado industrial provenga en su mayoría de energías limpias.
Reducir el consumo de calefacción y aire acondicionado en instalaciones y edificios puede hacerse posible con un mayor uso de técnicas y tecnología en la construcción, el diseño, los materiales y el equipamiento que mejoren las capacidades de aislamiento y mantenimiento de los edificios.
La racionalización del consumo también puede conseguirse a través de dispositivos como los Termostatos Inteligentes, a través de los cuales el consumidor obtiene información de consumos y pérdidas de energía. Este tipo de dispositivos están dotados de inteligencia artificial para activar o desactivar la calefacción en función de la cantidad de gente que hay en una estancia. Es especialmente útil en edificios de oficinas.
Otra manera de ahorrar energía, siguiendo las recomendacioens de la UE es cambiar equipos viejos de calderas, termos y calentadores por otros más nuevos con mayor eficiencia energética. Incluso utilizar otras fuentes de energía como equipos que funcionen con biomasa, microcogenración o a través de la instalaciones de módulos fotovoltaicos.
En febrero de 2016 la Comisión Europea propuso una estrategia de calefacción y climatización para todos los países de la unión, como primer paso para superar los retos energéticos de sus países.